miércoles, 25 de enero de 2012

Nana

No te preocupes, niño,
las musas no te han abandonado.

Duermen en la noche
junto a la cabecera de tu cama
y rezan por ti a todos los dioses
que pueden recordar.

Sus ojos están en blanco
y las horas pasan,
y ellas no dejan de rezar y rezar.

No te preocupes, niño,
ellas te acompañan
en todo lo que haces:

en todas y cada una de las cosas.
En todos tus gestos.

No te preocupes, niño,
ellas saben que estás asustado
y solo,

ellas conocen
cada uno de tus pensamientos.

continúa, anda y no pares.

No te pares nunca,
sólo anda, camina,
anda, vamos, anda.

martes, 24 de enero de 2012

Una mañana. Mi amor de ojos azules. (haiku)

Despertó pronto por la mañana.
Sintió que el frío se colaba entre el edredón.

Sus ojos se abrieron de golpe,
pero hasta que no pestañeó
un par de veces,

no pudo enfocar la imagen
de la habitación
en que se encontraba.

 Trató de no pensar qué haría.

Sonrió.

El azul de sus ojos sonrió a su vez.

Retiró la manta de su cuerpo
y sintió cómo toda la piel se encogía
hasta casi sentir pinchazos.

El frío le acarició de inmediato.
Profundo placer adrenalítico.

Un café. Esa era la idea.
Y después, ya vería.

La poesía.

Nunca me planteé escribir poesía. 
Cogía libros de ese tipo y no he conectaba en absoluto con las palabras; me distraía enseguida.  
El caso es que más tarde y de forma repentina, la poesía comenzó a  aparecer frecuentemente en mis escritos y pensamientos. Hasta el día de hoy. 
Se escribe sola y se indica a sí misma.