miércoles, 4 de abril de 2012

Un amor eterno cualquiera (don´t think twice)

Una canción perfecta, un poema perfecto:
El quiebre amoroso duele duele duele...
Expresión, definitiva también, de lo absoluto y rotundo del Amor.

Y es que amor es apertura a la vida, la vida tal cual, y eso es la canción.
Y todo aquel que haya estado enamorado de un hombre o una mujer,
no puede no sentir un terrible estremecimiento en la boca del estómago
que retumba hasta la cabeza
ante la muerte de algo que sin duda estuvo fuera del alcance del tiempo...
pero, sorprendentemente, estuvo fuera sólo por un momento.
La paradoja es, como vemos, parte esencial del sentido.

La presencia del quiebre amoroso en su estado de intuición más plena, más directa, más perfecta.
Es la certeza de haber perdido, muerta,
la sensación de amar a alguien de ese modo.

...Terrible, sublime y soportable al mismo tiempo, en cuanto que las verdades divinas, es decir, eternas, sólo permanecen en nuestra sensibilidad durante determinado momento de modo absoluto, es decir, infinito.

Duele brutalmente  perder la explosión de la comprensión intuitiva junto a otro.

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