lunes, 20 de febrero de 2012

bukowski


Es posible
que si nos hubiéramos conocido,
no hubiéramos sido amigos.

Porque yo habría dejado caer lágrimas sobre el pájaro azul,
y tú me habrías mirado indiferente
mientras bebes alcohol.

Nunca se me dio bien,
como a ti,
contener el llanto,

mientras tú te lo tragabas
en ebrios vasos relucientes
con una estrella en el fondo.

No me importa saber de ti
me agarré a tus palabras
y cogí aquello
que dejabas por todos lados.

Y saber que perder y perder
y perder
no es más que un disfraz triste
que en realidad
no se refiere a nada,

que las heridas de Cristo
no son más que una anécdota
contada mil veces

que nada significa,
 que no trasciende,

 que se queda
en el imaginario universal
por casualidad,
porque nos sentimos pequeños.

Que no importa en absoluto.

Pues forma parte
de agarrarse al picaporte
de la puerta más cercana,
o a la pared;

porque pierdo el equilibrio
y trato de no caer al suelo.

Pero el suelo es algo
a lo que también nos agarramos,
si caemos.

Mejor descansar cuando ocurre.

[Tomamos una cerveza, un wisky o
un vodka, o todo a la vez, nos relajamos,
miramos de frente la vida,
sonreímos con los ojos como rendijas]

Todos los músculos pueden, así,
quedar distendidos.

2 comentarios:

  1. De todos modos...un pelotazo como éste por una incontención lagrimal, no te discriminaría. Es un estado emocional y ante estas, cada cual reacciona como puede...Te quiero nena. Beso.

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  2. Incontinencia glandular la del turro... vaya olor!!!

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